Santa Cecilia "Dia de los músicos y los poetas"

Día de los poetas
“El auto descendía por la calle Evaristo Valle. Pronto dejó atrás la calle Lanza, y después de cruzar la plaza de San Francisco, tomando la calle Figueroa, dobló cuesta arriba y comenzó a subir la calle Santa Cruz, trabajosamente, patinando en el empedrado por el que aún se precipitaban las aguas de la reciente lluvia.
Recostado en el asiento, tratando de ver en qué lugar estaban, mirando la acera de la mano izquierda, acordándose de la casa que un día sirviera de morada al demonio todopoderoso, Felipe Delgado volvió la cabeza.
La imagen del maestro Calixto María Medrano, surgía del remoto pasado.
El maestro Calixto María Medrano, encerraba un gran enigma; había compuesto muchas cuecas, y por nada del mundo quería darlas a conocer. Su cueca preferida se llamaba: No le digas. Alguna vez la tocaba al piano, y cantaba con voz de bajo, muy quedamente.
Si te encuentras con la Ninfa,
No le digas que he llorado:
Dile que en los ríos me viste,
Lavando oro para su cofre...
Si te encuentras con la trini,
No le digas que he sufrido;
Dile que en los campos me viste,
Buscando lirios para sui trenzas...
Si te pregunta la Flora,
Acordándose de mi,
No le digas que me has visto...
No le digas que la quiero,
En un rincón del olvido,
No le digas que la espero...
Y Felipe se quedaba absorto.
El día D los Poets
He escuchado en los principales que hoy 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, es el día de los músicos y de los poetas. Algunos de los poetas de “Gesta Bárbara”, tenían la siempre sana costumbre de reunirse para beber hasta diluirse en sus propios versos celebrando este día, bebiendo singani potosino y fumando cigarrillos “sucrenses”. Todos en la casa de “Francisco Perro” en la zona de Challapampa, daban rienda suelta a su espíritu sediento de instinto, piel, tinta, melancolía y felicidad. Como sea que es fácil criticar, y difícil escribir (cosas que valgan la pena) bien valdría continuar la costumbre, ya que como decía Jaime Saénz: poeta no es únicamente el que escribe poesías sino también el que las vive.
A propósito y en homenaje a los que se hacen carne de poesía, un fragmento que alimenta los fuegos paceños en las noches, en los micros, los minibuses, las cantinuelas cerca de la universidad, o caminando por los recuerdos de Challapampa (Avenida Arméntia y adyacentes) o Sopocachi.
“El auto descendía por la calle Evaristo Valle. Pronto dejó atrás la calle Lanza, y después de cruzar la plaza de San Francisco, tomando la calle Figueroa, dobló cuesta arriba y comenzó a subir la calle Santa Cruz, trabajosamente, patinando en el empedrado por el que aún se precipitaban las aguas de la reciente lluvia.
Recostado en el asiento, tratando de ver en qué lugar estaban, mirando la acera de la mano izquierda, acordándose de la casa que un día sirviera de morada al demonio todopoderoso, Felipe Delgado volvió la cabeza.
La imagen del maestro Calixto María Medrano, surgía del remoto pasado.
El maestro Calixto María Medrano, encerraba un gran enigma; había compuesto muchas cuecas, y por nada del mundo quería darlas a conocer. Su cueca preferida se llamaba: No le digas. Alguna vez la tocaba al piano, y cantaba con voz de bajo, muy quedamente.
Si te encuentras con la Ninfa,
No le digas que he llorado:
Dile que en los ríos me viste,
Lavando oro para su cofre...
Si te encuentras con la trini,
No le digas que he sufrido;
Dile que en los campos me viste,
Buscando lirios para sui trenzas...
Si te pregunta la Flora,
Acordándose de mi,
No le digas que me has visto...
No le digas que la quiero,
En un rincón del olvido,
No le digas que la espero...
Y Felipe se quedaba absorto.
El día D los Poets
He escuchado en los principales que hoy 22 de noviembre, día de Santa Cecilia, es el día de los músicos y de los poetas. Algunos de los poetas de “Gesta Bárbara”, tenían la siempre sana costumbre de reunirse para beber hasta diluirse en sus propios versos celebrando este día, bebiendo singani potosino y fumando cigarrillos “sucrenses”. Todos en la casa de “Francisco Perro” en la zona de Challapampa, daban rienda suelta a su espíritu sediento de instinto, piel, tinta, melancolía y felicidad. Como sea que es fácil criticar, y difícil escribir (cosas que valgan la pena) bien valdría continuar la costumbre, ya que como decía Jaime Saénz: poeta no es únicamente el que escribe poesías sino también el que las vive.
A propósito y en homenaje a los que se hacen carne de poesía, un fragmento que alimenta los fuegos paceños en las noches, en los micros, los minibuses, las cantinuelas cerca de la universidad, o caminando por los recuerdos de Challapampa (Avenida Arméntia y adyacentes) o Sopocachi.
Comentarios
Uno requisito tener una edición del Felipe Delgado y empezar a typear, si le hechamos pluma son 705 paginas, transcribiendo entre 20 cuates 2 por semana cada uno lo terminamos en 18 semanas, vale decir 6 meses y tenemso el libro gratis en la WEB para quien quiera leerlo...Avisa si estás interesado
me parece excelente el proyecto y si se dá, como se tiene que dar, me entusiasmo de lleno a typear! y dele cumbiala. quedamos.
Gracias por tu visita
un abrazo y vendre a ver mas seguido esto.