La Calle - Octavio Paz
Cuando la lluvia azota la ciudad, cuando todas las ausencias resultan un alivio y el recuerdo de todas las puertas del mundo se cierran para siempre; cuando todos los ojos valen las penas, cuando todos los caminos guardan nuestras pisadas y nos dicen que no nos van a extrañar jamás, nada mejor que una poesía de Octavio Paz. La Calle Es una calle larga y silenciosa. Ando en tinieblas y tropiezo y caigo y me levanto y piso con pies ciegos las piedras mudas y las hojas secas y alguien detrás de mí también las pisa: si me detengo, se detiene; si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie. Todo está oscuro y sin salida, y doy vueltas y vueltas en esquinas que dan siempre a la calle donde nadie me espera ni me sigue, donde yo sigo a un hombre que tropieza y se levanta y dice al verme: nadie. Octavio Paz