Duelo por cuestión de faldas

El Comercio de Bolivia, 7 de enero de 1903.- Por cuestión de faldas llegaron a las manos al salir del Hotel Americano, un militar y un joven que pretendían una misma señorita. El joven propino a su rival una regular tanda de sopapos y esté sacó su tarjeta que el otro aceptó. Después de nombrar padrinos, fijar fecha y hora del duelo, se retiraron y, con seguridad, meditaron que armas debían escoger y qué sitio elegir para batirse a duelo. Lástima que la lluvia que cayo hubiera calmado sus ánimos, privándonos así del entierro de un enamorado señorito.

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Estos paceños siempre buscando camorra. Cuando yo era changuito, estaba discutiendo con un amiguillo sobre las reglas de juego de unas figuritas y después la discusión se tornó en pelea, cuando un señor que pasaba por la calle nos vino a separar, y nos insinuó que nos disculpáramos dándonos las manos; después de negarnos ambos y seguir sorbiéndonos los mocos, el señor se fue y ya estábamos por darnos un fraternal abrazo cuando un sujeto apareció y me empujo la cabeza con lo que casi la parto la nariz a mi amigo y otra vez se armo cachengue. Sólo que esta vez con publico entusiasta que profería estruendosos alaridos de emoción ante el sanguinario espectáculo. A la gente le gusta la sangre...