La Tía y yo


La tía come pacaya y mira a través de la ventana. Que viva en el centro de la ciudad para ella es casi una desgracia. Que viva al lado de tantas cantinas ha resultado siendo la perdición de su marido, su hijo y sus sobrinos; de todos ellos.
Su condición de viuda se lo puso ella, porque no es viuda sino mujer abandonada, por eso, su marido está muerto para ella.
Se sospecha que el bar “Arlos” antiguamente se llamaba Carlos, nadie sabe. Esto es sólo una conjetura. En su letrero plástico auspiciado por la cervecería local, se observa que entre los cuadrados donde van las letras que forman su nombre, antes de la “A” de “Arlos” existe un espacio vacío, tal vez correspondiente a una letra que se cayó y nadie sabe cuál era. Tal vez era el “Bar Carlos” pero nadie sabe. Tal vez era una estrella o un símbolo chino de la buena suerte, nadie sabe…
Se sabe que el dueño se llama Armando. Lo llaman para pedirle cerveza –¡dos Armando! ¡Cuatro Armando! ¡Una caja Armando! Y luego… ¡Están armando despute Armando!
Tal vez el bar se llama no más ARLOS, Armando LOpez Soria: ARLOS. Pero lo malo es que parece que el Armando parece que se apellida Fernandez, nadie sabe, nadies.
La tía antes iba al ARLOS a sacarlo a su marido, después cuando fui creciendo me fue a buscar a mí, después cuando su hijo - mi primo- creció, lo fue a buscar a él. Siempre con el grupo de beatas, madres, hijas y nietas de los clientes del ARLOS.
El Armando, por precaución abría a las 6 de la mañana y ya había fila esperando a los borrachos del barrio. Era como salir del colegio y que te venga a buscar tu mamá.
La Tía lloraba, se desgañitaba, nos encerraba con llave, nos pegaba con trapo mojado y ya no nos daba llajua en el almuerzo. Igual no más íbamos al ARLOS.
Un día, el esposo de la tía al que yo le decía Vico y nunca Tío, ha aparecido con unos fajos de sabe Dios cuantos dólares en el ARLOS . Ha invitado dos, tres o cinco cajas de cerveza, ha donado un casett de los Kjarkas y después se ha ido a armar quilombo a la casa.
La Tía lo ha votado por gallo y porque no le quería decir de donde había sacado tanta plata. Al día siguiente ha venido la policía porque resulta que el Tío se había robado toda la remesa para los sueldos de su trabajo. El Se ha ido, hartos años se ha ido… La tía le ponía el pecho a las balas y declaraba en la oficina de la policía erguida y orgullosa. No hacía falta ser investigador para ver que éramos pobres como unas ratas.
Un día mi mamá y la tía estaban preocupadas porque mi primo y yo no soltábamos la botella todo el día. Habían ido donde un sabio aymara que les ha dicho que nos den pepas de pacaya molida escondidas en nuestra comida, para que nos de asco el trago, pero no las mujeres.
Digo habían, porque a mí me lo contó el médico que me atendía. Por las benditas pepas de pacaya molida que escondieron en la sopa, mi primo y yo caímos al hospital con una taquicardia brutal que casi deriva en infarto y nos manda al hoyo teniendo 20 primaveras.
Pero igual no más íbamos al ARLOS, sólo que esta vez la tía nos acompañaba. A veces llegábamos y ella ya estaba sentada en una mesa jugando cacho y hablando de política y futbol. A veces no había poder humano que la mueva de allí. A veces ella se decía mujer viuda por que su marido estaba muerto para ella. La Tía de pronto se ha vuelto la más taca del Arlos
Después de 12 años ha vuelto el Tío. Se había escapado al Brasil con los ochenta mil dólares que se robó. Ha vuelto gordo, panzón, horrible y cínico; le ha pedido a la tía volver y la tía como estaba borracha ha dicho que si.
Nadie le ha podido convencer de que no sea sonsa; de que cómo va a volver con ese desgraciado que le ha arruinado la vida, pero la Tía continuaba imperturbable con su decisión.
El gordo satisfecho y dizque arrepentido se quiso congraciar con todos, haciendo fiestas todos los días y todas las noches. Su hijo no lo quería ver, yo tampoco.
Pero a los días el Tío gordo se murió de un infarto.
Y la Tía lo enterró, lloró y rezo por él. Llevo luto un año e hizo una fiesta de cabo de año con orquesta y picante de lengua para doscientas personas.
Ahora sí la Tía se podía hacer llamar viuda. Ya no era mujer abandonada, se aseguró de que su marido esté muerto.
La tía come pacaya y mira esos bares a través de la ventana, las pepas... no las vota, las guarda por si acaso.

Comentarios

Vania B. ha dicho que…
Después de todo capísima la tía, sonsera ser viuda de a mentiras, mejor asegurarse de quedar bien viuda.

No sabía lo de la receta de las pepas de pacay ;)

Abrazos, querido Perrito.
Zalator ha dicho que…
El dibujo está lindo
Edu ha dicho que…
Espero que luego no les haya faltado nunca llajua, ya que la tía tambien frecuentaba el bar Arlos
none ha dicho que…
Hola Vania.
De todo hay que asegurarse en la vida...
Zelator: Tu blog es muuy bonito...
Oso: jejejeje si pues, vos sabes no vé...
Mar ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mar ha dicho que…
capisimos estamos no? viva la tia, y mira, justito, hay otro cuento algo asi parecido en el blog de una amiga: http://comentaristasdispersas.blogalia.com
nfer ha dicho que…
...y el cuento que cuento no es cuento.
Fue un hecho real que sucedió hace mucho, mucho tiempo, pero no tanto como para olvidarlo.

La protagonista, ya viejecita, pude conocerla siendo yo muy joven, y me impresionó su relato, yo que era joven y esperaba el hombre que me haría feliz para el cual había que prepararse desde muy niña.

Bien por la Tía del cuento, bien por no resignarse a ser abandonada.

Ya puestos, que sea viuda, "socialmente" viuda, no sólo dentro de su corazón: ¡ay si al tío el infarto le era leve y quedaba tullido 20 años, teniendo la Tía que lavarlo y alimentarlo como a un bebé!
...un placer conocerlo don Perro, un joven con edad para ser mi hijo que ve las cosas como son y así las cuentan.

Abrazos de una abuela argentina,
Nfer
none ha dicho que…
Hola Mar: he leido el cuento, medio jodido no, a veces... no! casi siempre las mujeres son bien jodidas.
Saludos.
nfer: muchas gracias por la visita y el cuentito. siempre venga por aqui.
Mar ha dicho que…
CASI SIEMPRE LAS MUJERES SON BIEN JODIDAS... TOY EN MAYUSCULAS, PERO BUEH, SOLO LAS MUJERES? no se no se... un saludo compadre

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