Lo que falta
Aunque siempre sé que falta lo que falta, camino sin falta. Miro sin mirar, hablo sin hablar y pienso sin pensar. Digamos que a ratos soy un nudo. una hoja pisoteada o el limbo de los indecisos. De repente sólo es el sol quema. Sin motivo quema... y yo me pregunto por la vida de cualquier transeunte que tenga cara de desesperación, por cualquier niño que se ande rascando los bolsillos y rogando a cualquiera que pase por ahi y que le deje volver a su casa por 20 centavos. Yo callo. Me gusta decir que las ratas me han comido la lengua. Porque tenían hambre y envidia de todas las cosas que podía haber dicho en estas circunstancias o en las otras... yo callo, me gusta pensar que mi lengua es esclava del hambre. Siempre sé lo que me falta y camino sin falta. Y mientras ando por ahí, las hojas vuelan en pequeñisimos torbellinos que nacen de las oscuras comisuras de los altos edificios de la Avenida Arce. Y esos inofensivas tormentas arrastran mariposas muertas de todos los colores, lo cual m...